Creo que esta revolución actual en forma de virus, viene a decirnos que la manera como nos hemos venido relacionando con el mundo ya no es sostenible.
La manera de producir dinero se está restructurando, por años hemos venido creyendo que sólo trabajando duro para otras empresas es la única forma de sobrevivir, gana el que encaje más en la pirámide corporativa, por eso el título profesional tiene tanto peso en ese modelo tradicional, un modelo creado con la revolución industrial entre 1700 y 1800, una Era que evidentemente esta colapsando pero que aún nos quieren tener anclados a ella. De un tiempo para acá, hemos sido testigo de cómo generar ingresos se ha vuelto tan diverso, ahora vemos personas que gracias a sus ideas revolucionarias han hecho su fortuna y patrimonio sin ni siquiera tener un título profesional.
Con la llegada de la tecnología, paulatinamente la forma de hacer dinero ha migrado a lo digital y aunque al inicio nos oponíamos a ella (lo que manifiesta nuestra resistencia al cambio) lo cierto es que ha llegado para quedarse como revolución necesaria para nuestro crecimiento como humanidad. Tarde que temprano nos teníamos que acomodar a ella.
Yo creo, que hace varios años la vida nos estaba enviando señales sutiles como llamados al cambio de consciencia, nos ha estado hablando a través de desastres naturales, guerras, protestas, conflictos entre países y aun así seguíamos resistiéndonos al cambio hasta que de algún modo tenia que gritar mas fuerte usando este virus como herramienta, como revolución para que por fin escucháramos, para que por fin despertemos, nos demos cuenta de una vez por todas que necesitamos transformar nuestra manera de vivir.
Ya no funciona un sistema monetario basado en la competencia, basado en aplastar al otro para mantenerse arriba, basado en la codicia, la esclavitud y la explotación.
No funciona un sistema educativo basado en la competencia, en producir niños en serie listos para ser útiles a las fabricas, basado en ideas de dependencia y miedo. El sistema educativo como lo hemos venido conociendo fue creado con la Revolución Industrial a partir de un sistema prusiano, dónde los niños eran instruidos para que fuesen obreros eficientes para la demanda de esa época, las fabricas crecían y a su vez demandaban empleados eficientes que cumplieran con esas necesidades; ¿te parece que el sistema educativo tradicional como la mayoría, ha cambiado en algo? en absoluto, sigue formando niños en serie, productores eficaces para ser empleados dóciles. Evidentemente este esquema ya no funciona para nuestra actualidad, cada vez más las generaciones que están emergiendo se sienten llamadas a ser independientes, motivadas por sus talentos naturales, con libertad de expresión, son generaciones que están entendiendo con mayor facilidad que la Era digital es una gran aliada para crear prosperidad desde la cooperación y no la competencia.
Ya no funciona un sistema de consumo basado en la explotación de nuestros recursos naturales, un sistema de consumo donde la avaricia del hombre le lleva a producir alimentos altamente tóxicos para nuestra salud y la salud del medio ambiente, alimentos ultra procesados, que son la causa de tanta muertes prematuras en los últimos tiempos, son la causa de tantos dolores y enfermedades crónicas. A su vez, el sistema de salud colapsa por que es un sistema creado con los mismos fines distorsionados para seguir manipulando a la masa a través del miedo, producir en grandes cantidades para sostener una economía absurda.
Ya no funciona un sistema de consumo excesivo de comercio, creyendo que la felicidad es un “objeto” que hay que comprar afuera, nos han programado para creer en una ecuación basada primeramente en el tener, en el hacer y por ultimo cuando ya hemos sufrido lo suficiente enfocarnos en el ser, definitivamente hay que darnos cuenta que la ecuación está invertida. Primero somos, luego hacemos y como consecuencia natural tenemos. Nos han puesto tantas programaciones inútiles que lo único que han ocasionado ha sido dolores, guerras, conflictos, depresión , enfermedad y estrés crónico.
Es hora de reconocer la abundancia que nuestra madre tierra nos provee, tantos alimentos vivos; verduras, hortalizas, semillas y frutas, todas son la fuente viva de nuestra existencia, ¿Será que es una invitación a volver a nuestros orígenes? ¿Será que es por fin valorar las tradiciones ancestrales y darnos cuenta que esa forma de vida si es sostenible y que permanecerá con el tiempo?
Es hora de invertir la ecuación, desde nuestros hogares, lugares de trabajo o entornos, cuestionar y reprogramar nuestras creencias desde el Ser, reconocernos como seres divinos, capaces de crear y creer en la libertad del Ser, haciendo aquello que nos hace sentir plenos, lo que fluye con nuestra naturaleza, de nuestras habilidades naturales, dones y talentos que son únicos para cada persona. Poner nuestros talentos al servicio de los demás, actuando desde la unión, la cooperación, la compasión y el servicio, entonces el tener será una consecuencia de hacer aquello que amamos, el tener será el resultado de crear valor a los demás. Teniendo en cuenta que el tener es una percepción que para cada quién tiene un significado, hay quienes son felices teniendo poco, lo necesario, pero también hay quienes el tener significa disfrutar de la abundancia material que está disponible, esta bien, es lo que el concepto de abundancia representa para cada quién.
Pienso que si vemos esta pandemia con los ojos de la oportunidad, con la mirada de las posibilidades, de cuestionar nuestro modo de vivir, de hacer un alto y empezar a evaluar como han sido nuestros resultados hasta ahora, cuales son los frutos que hemos cosechado, ¿son positivos, son sanos, son trascendentales? o por el contrario, nuestros dolores físicos, angustias constantes, padecimientos de salud, deudas, las pésimas relaciones, pérdidas económicas, ¿Serán una muestra que por ahí no es el camino? ¿y que tal vez nos han condicionado erróneamente para satisfacer las necesidades de una civilización egoísta y explotadora? éstos síntomas pueden ser la prueba de que hemos estado vendados por muchos años, incluso antes de nuestro nacimiento, somos el producto de un condicionamiento trasladado de generación a generación que no necesariamente tiene que seguir replicándose.
Si este es tu caso, si eres como yo que lo cuestiona todo, es momento de revertir, de tomar una decisión, de darte cuenta a tiempo y reconocer que todo lo que has venido siendo, haciendo y teniendo lo único que te ha traído es malestar, preguntándote constantemente cuál es el sentido de todo. Sólo te has comportado como te han programado que deberías ser, gracias a los mensajes que nos ponen en la tv, los comerciales, algunos géneros musicales, las instituciones, doctrinas religiosas, las escuelas y todas aquellas autoridades que hemos tenido que obedecer y seguir desde que nacemos sin derecho a cuestionarlas.
Sigue cuestionando, pregúntate y date la oportunidad de expresar la mejor versión de ti.