Es a través del sexo dónde ocurre el mayor acto de creación. La sexualidad lo es todo si aprendemos a usarla desde otra concepción.
Lo transitado respecto al sexo en mi experiencia me ha otorgado muchos aprendizajes y transformaciones. Veo hacia atrás y me alegra darme cuenta de todas las formas con las que he mirado el sexo, pues cada una de ellas me han ayudado a despertar un poquito más. Ésta ha sido una energía que me ha motivado desde siempre.
En este presente, considero la sexualidad como un medio para conectar con lo divino.
Si entendemos que el sexo es el canal de apertura a la existencia humana, me sorprende como la cultura moralista nos ha hecho satanizar la naturaleza del sexo. Precisamente por la domesticación basada en el miedo y en la propagación de códigos impuestos para manipular a la masa, nos han hecho pelear con nuestra naturaleza y al mismo tiempo desperdiciar deliberadamente una energía tan poderosa como lo es la energía sexual. El mundo se ha tomado una píldora de miedo y estamos como zombies siguiendo estructuras falsas y obsoletas.
En el acto sexual se experimenta una comUNION, no sólo física genital que otorga placer, también, se unen energías sutiles, cómo lo son los pensamientos, las emociones y el espíritu. Sabiendo y entendiendo esto, ¿acaso no te harías más consciente de qué energías te permites recibir?
En mi opinión una sexualidad consciente, es apertura y recepción a la verdadera intimidad, es donde puedes estar en presencia no sólo a nivel físico sino mental y emocional, mostrarte y expresar sin miedo al otro quién eres en tu real desnudez, la desnudez del alma. Permitirte ser fuerte y vulnerable. Sencillamente ser. Sin prejuicios. Esto es posible, coincidir con un otro u otra que refleje en ti esa libertad y posibilidad de ser quien eres en su totalidad, se consigue, se encuentra cuando has aprendido a reconocerte en tu individualidad, en tu propio amor y autoaceptación, en tu soledad y acicalamiento. En tu propia compañía, en tu autoexploración, en la elección hacia tu camino de autoconocimiento.
También, es comprender el flujo de energía sexual para crearlo todo, la sensación del orgasmo como estado de ser, un estado en constante gozo para la manifestación de tus más anhelados deseos en la vida.
Cuando se aprende a usar la energía sexual en todos sus niveles, conectando con todos los planos de tu existencia, podrás experimentar el espíritu, lo divino, es entonces cuando la sexualidad y la espiritualidad se vuelven uno.