Des-aprender y re-aprender nuevas formas de vivir es una invitación a adentrarnos a un mundo de infinitas posibilidades. Puede causar mucha incertidumbre explorar lo desconocido, pero una vez inicias este viaje, no quieres volver atrás. La aventura de Educar en Casa, tiene muchos retos, con esta decisión no sólo cambia la forma de estudiar, se inicia también un proceso de transformación familiar, como Mamá, como Mujer, como Ser. Para mi ha sido un viaje de muchos aprendizajes, y no cabe duda que es de las mejores decisiones que he tomado en mi vida.
¿Qué es homeschooling?
¿Qué es? ¿Por qué esta alternativa? ¿Cómo funciona? ¿Cómo socializa? ¿Cómo aprende? ¿Cómo se certifica? ¿Y si quiere ir a la universidad? ¿La estás sobreprotegiendo? ¿En casa todo el tiempo, no es muy agotador? Son las preguntas más frecuentes que me hacen, por eso en éste artículo expondré las respuestas con base en nuestra experiencia.
Por su traducción al español la palabra homechooling se refiere a Educación en el hogar.
La opción de educar en casa, no es nueva, a lo largo de la historia de la humanidad es así como las personas se educaban, aprendían en su hogar, aprendían haciendo, sin embargo, con el surgimiento de la Era Industrial y con ella la creación del Sistema Educativo llevamos muchos años definiendo la educación como sinónimo de ir al colegio. Para la gran mayoría de personas, hablar de aprendizaje sin escuela, educación en casa o como se emplea usualmente “Homeschooling” es un tema completamente nuevo y extraño.
Considero que el sistema tradicional de escuela ya está obsoleto, pareciera como si se hubiera congelado en el tiempo, con las mismas reglas y condiciones de un sistema prusiano, diseñado para producir niños en serie; tratando de suplir una necesidad creada para una Era que ya no existe, se necesitaba instruir individuos útiles a las fábricas que emergían para esa época. Pero, indiscutiblemente ha cambiado la manera de hacer las cosas. Hoy, hablamos de reinvención, emprendimiento y marca personal, el mundo laboral como lo conocemos pronto desaparecerá, ésta, es una Era dónde nos acercamos más a la realización de proyectos personales, cultivar nuestras habilidades y poner nuestros talentos o dones al servicio de los demás.
“El objetivo del modelo educativo tradicional fue crear una herramienta para formar trabajadores útiles al sistema. Se pretendía crear niños obedientes y transformarlos para enviarlos a las fábricas”.
De la película, La educación prohibida
Una adversidad que enfrenté un año antes de mi embarazo me llevó a cuestionarlo todo, por ejemplo, a cuestionar el Sistema Educativo, así que cuando me convertí en Mamá, fui buscando alternativas de crianza y educación, que fueran completamente diferentes a las que recibí yo o por lo menos que fuera mas allá de lo establecido. Tomar la decisión de educar en casa no fue fácil; y aunque llevaba años con esa incertidumbre iniciamos el proceso tradicional de escolarización, paralelo me tomé alrededor de 2 años más para leer, investigar y conocer familias que pensarán como yo, entonces comprobé que no era la única.
¿Porqué aprender sin escuela?
Hay muchas razones por las que las familias optan por esta alternativa; inconformidad con el funcionamiento del Sistema Educativo, muchas escuelas tradicionales no ofrecen un desarrollo integral, ésto, puede diferir con la filosofía de la familia, quienes eligen por ejemplo, una crianza consciente. Por otro lado, las altas exigencias académicas dejan de lado habilidades esenciales para el desarrollo de un niño o niña feliz, habilidades humanas como: Ser consciencia, Inteligencia Emocional, Inteligencia Financiera, Inteligencia Social, Nutrición, Propósito de vida entre otras habilidades tan fundamentales para la vida real. Otras razones, como el acoso físico y psicológico, niños y jóvenes deportistas de alto rendimiento, artistas o inclusive casos de salud.
En nuestro caso, Isabela cursó hasta primero de primaria en la escuela tradicional; las altas exigencias académicas no dejaban espacio y tiempo para el juego libre, para vivir su niñez; lo que a su vez nos generaba bastante tensión, la gran mayoría de veces la alimentación pasaba desapercibida, esto generó que ella manifestará muchos desequilibrios en su salud. La metodología, acontecimientos repetitivos y poco sanos que se aplicaban en el colegio me fueron generando mucha intranquilidad. Además, era evidente como el vínculo entre ella y yo se fue desconectando.
¿Cómo funciona?
Mas que sentarnos con nuestros hijos a aprender cada materia, a una hora especifica, como se acostumbra en el colegio; la educación en casa es más flexible, vas adaptando la rutina a sus propias necesidades, desde el ambiente, el horario y las actividades.
No existe un manual de lo que hay que hacer, al principio puede ser abrumador mientras te acomodas, pero gracias a las múltiples herramientas, a las familias y recursos que encontramos todo se hace más simple de hacer. Sin embargo, la forma de hacerlo es tan diversa como niños hay en el mundo, pues cada niño o niña es único, aprenden de maneras diferentes y sus intereses difieren de otros, por eso aprender sin escuela es salirnos de la falsa creencia que todos necesitamos saber lo mismo, que todos aprendemos igual y al mismo tiempo. Es uno de los paradigmas que hay que erradicar.
Nuestro papel es acompañarles, guiarles, involucrarnos pero sin dirigir su aprendizaje. Más allá que tener el colegio en la casa, el aprendizaje sin escuela es un estilo de vida.
¿Cuáles son los beneficios?
Creo fielmente en un aprendizaje natural, basado primeramente en el Ser, un aprendizaje manifestado por los propios intereses del niño o niña, respetando sus ritmos, que aprenda a identificar cuales son sus fortalezas, sus debilidades, guiarles hacia un auto-conocimiento, (que es la base de la felicidad). En ese camino de conocerse vamos encontrando el mapa que nos indica por dónde ir. El verdadero aprendizaje surge de un interés genuino, no es un secreto que cuando tuviste un profundo interés por aprender cualquier habilidad, lo hiciste bajo tu propia iniciativa, por que te apasionaba ese tema y el aprendizaje llegó naturalmente.
¿Qué si lo estoy haciendo bien o mal como mamá? No lo sé.
Acompaño a mi hija desde el amor y la libertad por su ser; la insto a cuestionar, al hábito de la lectura, al autoconocimiento, a la aceptación y el respeto por si misma, por su entorno y por la vida. Pongo las semillas y el tiempo nos va dando los frutos.
Creo que si confiamos en el proceso natural de aprendizaje y crecimiento brotarán frutos muy positivos de cualquier Ser humano.
La humanidad necesita un cambio de consciencia, necesita volver a la esencia, volver a lo básico
Aleja Bustamante Toro
¿Qué pasa con la socialización?
Desmitifiquemos el tema de la socialización. En la vida real, socializamos con los más grandes y también con lo más pequeños, de todos aprendemos. Si bien, los niños o niñas tienden a tener mayor conexión con sus pares, a la hora de compartir gustos, el colegio no es el único lugar para crear estas conexiones, la ventaja de la educación en casa es que tienes un abanico de posibilidades por fuera, los espacios al aire libre, y las clases extracurriculares equilibran este tema de la socialización, si vemos bien, en un colegio tradicional, existen pocas oportunidades de socialización, la gran mayoría del tiempo están sentados, y tendrán oportunidad del juego y la diversión en los 30 minutos de recreo ordenado por una campana.
Cuando te expones al mundo real, dónde coexistes con todas las edades, te das cuenta que no hay límites, que recibir diferentes estímulos y percepciones alimentarán nuestro concepto del mundo y la sociedad. De allí se creará un criterio propio.
¿Cómo aprende?
Un punto importante para mencionar es que no tenemos que ser profesionales en la rama de la educación para que nuestros hijos aprendan desde casa. Resalto y aplaudo el rol de los docentes y maestros, es una gran vocación y son muy necesarios. Sin embargo, mas allá de convertirnos en sus profes, nuestro papel es estar presentes, es decir, cuándo surge las preguntas o los temas a tratar, nosotros les mostramos las herramientas para que por si mismos encuentren las respuestas, buscamos el material, los recursos, las personas o los lugares que le acerquen a resolver sus inquietudes. En muchos casos y reitero, según la edad del niño o niña, los tutores o incluso colegios virtuales pueden ser un buen complemento.
En la actualidad, contamos con miles de herramientas digitales que ponen a disposición todos los temas, actividades o intereses. Por estos días que escribo este blog, (Pandemia 2020) es cierto que ha sido un gran desafío el hecho de estar en casa todo el tiempo, a veces se torna retador, sin embargo, dependiendo de la edad del niño o la niña, los recursos aparecen, existen muchos programas, guías y plataformas digitales muy completos. El tema de las estrategias es muy diverso, tiene mucho que ver con el propósito de cada familia frente a su elección de educar en casa.
La oferta es muy grande; para acercarse al conocimiento no existen barreras. Existen opciones como tutores, bibliotecas, talleres, actividades en parques culturales, internet, colegios virtuales entre otros. Lo más importante es despertar la creatividad.
¿Cómo se certifica?
La educación en casa en Colombia es “alegal” no está reglamentada pero tampoco prohibida.
- La Declaración de los Derechos Humanos Artículo 26.3: “Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos”.
- La Constitución Nacional Artículo 27: “El Estado garantiza las libertades de enseñanza, aprendizaje, investigación y cátedra”.
- La Ley 115 de 1994, Ley general de Educación, en su artículo 7º establece la familia como núcleo fundamental de la sociedad y primer responsable de la educación de los hijos.
Nuestra constitución nos ampara, significa que no le estamos negando el derecho a la educación, somos libres de elegir la manera de hacerlo.
Existen muchas maneras de certificar, eso depende del interés de la familia, por que hay quienes deciden no certificar, ya que eligen el Unschooling, una alternativa mas libre o educación por proyectos.
Pero para quienes mantienen un interés equilibrado entre lo académico y la flexibilidad de aprender, muchos colegios públicos están en el deber de aplicar pruebas a los niños educados bajo otra modalidad de estudio, en muchos casos se llegan a acuerdos; pruebas de validación cada dos meses, cada seis meses, o cada año, incluso pruebas de validación para la primaria completa o el bachillerato completo. Una vez realizadas estas pruebas, se identifica el grado de escolaridad. Este caso funciona mucho, para el ingreso a la universidad por ejemplo.
Y ¿Quién le enseña?
La enseñanza como tal no es prevalente en la educación en casa, no se trata de enseñar, se trata de acompañar a un aprendizaje auto-dirigido, más bien es ayudar, es estar ahí cuando surgen las preguntas y mostrarle las herramientas para que encuentren por si mismo las respuestas.
Las necesidades del niño o niña son diferentes dependiendo de la etapa donde se encuentren. Por eso, observar el proceso natural de crecimiento y aprendizaje se hace tan fundamental, creo, que para los primeros años de vida, el juego libre, la exploración con los sentidos, acercarse al conocimiento desde la motricidad es una forma natural de crecer; para la edad escolar que inicia para los 6 o 7 años, se vale también ir complementando con temas básicos, como la escritura, la lectura y algunas operaciones matemáticas. Entrando ya la etapa de bachillerato se podría contar con tutores, recursos y plataformas adicionales para reforzar los conocimientos necesarios, sin embargo hago mucho énfasis en que depende de la visión de la familia, conozco muchas de ellas que optaron por la educación por proyectos, unschooling o flexischolling, son conceptos de aprendizaje más libres, sin materias especificas ni certificaciones, sino más bien, aplicando el aprendizaje en el hacer, un aprendizaje experiencial.
…estén o no en la escuela la educación comienza en casa.
Aleja Bustamante Toro
Y ¿Si quiere ir al colegio o a la universidad?
Educar en casa no es una camisa de fuerza que obligue al niño o la niña a no volver a ir al colegio, de hecho, la educación en casa parte casi siempre de aplicar una crianza consciente, donde se tiene en cuenta las opiniones y puntos de vista de los niños y niñas, se trata de una crianza donde todos son importantes y no se ignora la opinión de los hijos, al contrario, la crianza positiva o consciente se basa en el respeto por la individualidad del otro y una sana libertad. Tomar la decisión de educar en casa se hace una decisión de todos, donde se le expresa al niño o niña la intención, el deseo de aplicar una manera diferente de aprender. La crianza consciente tiene en cuenta: fundamentos, hábitos implementados en casa, normas, disciplina que se ajustan a cada familia. En nuestro caso, sabemos que en el momento que Isabela quiera volver a un colegio, no se le negará y que a si mismo si quiere ir a la universidad también tiene la libertad de hacerlo, es por ello, que elegimos este año aplicar la opción de certificar la primaria completa. Por estos días se encuentra en preparación de diversos temas de asignaturas para realizar las pruebas Saber al final de este año 2020. Claro está, mi esfuerzo cada día es ayudarle a ver un mundo lleno de posibilidades, donde nos acerquemos a una información más coherente, cuestionando el modelo tradicional de encajar en la sociedad, abrirnos a nuevas opciones de reconocernos en las diferentes áreas de la vida, ir un poco mas allá de lo normal y establecido, y verificar que existen otras formas de alcanzar nuestro propósito.
¿La estás sobreprotegiendo?
La desescolarización esta muy lejos de la sobre-protección, nada tiene que ver con ello. Sabemos que en cualquier entorno estamos expuestos a múltiples estímulos, las decisiones que tomamos sobre si dejamos que esos estímulos nos afecten de manera positiva o negativa, están arraigadas en nuestros principios y valores. Principios y valores que son incubados desde el hogar, de eso no cabe duda, estén o no en la escuela la educación comienza en casa.
Coincido con muchas familias que educamos en casa, que nuestra decisión se basa en un crecimiento más integral como Ser humano, en erradicar muchas ideas de dependencia que son adquiridas en el sistema tradicional, en una inconformidad con un modelo educativo obsoleto que fue creado para una Era que ya no existe, que básicamente se instaló para producir en serie y satisfacer una necesidad industrial que afloraba en esa época. Ahora, las necesidades son otras, la forma como estamos acostumbrados a vivir ha cambiado y muchas profesiones que hoy conocemos pasarán al olvido en unos pocos años. La educación necesita una transformación y mientras eso sucede, muchas familias de algún modo nos hemos adelantado a esta visión, desde otra modalidad de aprendizaje, expresando a la sociedad que ya es hora de prepararnos para un nuevo enfoque de vivir la vida y nuestro impacto en la sociedad.
Todo el tiempo en casa, ¿No es muy agotador?
Estamos en un momento histórico de la humanidad, por estos días, pasamos un confinamiento mundial por pandemia. No estábamos preparados, de repente permanecer en casa todo el día si tiene sus retos, pero, en mi caso, no cambia mucho y seguro que para las familias que vienen educando en casa tampoco lo ha sido, ahora bien, salir y realizar actividades fuera de casa, es muy enriquecedor. Resalto que esta situación mundial se presenta como una gran oportunidad para evaluar nuestro modo de relacionarnos con el mundo y re-inventarnos en muchos aspectos. Los niños y niñas que van al colegio de manera tradicional se han visto sofocados por la modalidad virtual, puede ser frustrante, las altas exigencias y la demandante carga digital llega a ser agotador, lo entiendo, por eso intuyo que puede ser la posibilidad de asumir que nuestra educación realmente necesita un cambio.
En casa también podemos hacer múltiples actividades para vencer la rutina y despertar la creatividad, creo que es cuestión de gestionar el día, priorizar, administrar efectivamente las actividades personales y familiares, observar y escuchar con atención las necesidades que se van reflejando, se puede, si te retas a hacer todos los días algo diferente y nuevo.
Por lo tanto, me atrevo a decir que educar en casa es un estilo de vida diseñado a la medida de nuestros hijos, respetando su propio ritmo de aprendizaje, al valorar su proceso natural de crecimiento vendrá con ello un aprendizaje basado en un interés genuino. Por ello, creo que nuestro rol es observarles, atenderles, escucharles y acompañarles en sus diferentes etapas de crecimiento. Al conocerles, identificamos sus fortalezas, sus destrezas y sus debilidades, que serán el punto de partida para tomar acción.
Bien, Aprender sin escuela es tan sólo una opción más de crianza y educación; considero que esta alternativa no es para todas las familias, asumir esta responsabilidad es estar dispuestos a invertir tiempo para acompañar a nuestros hijos, sea que estén Papá y Mamá involucrados o uno de los dos u otra figura de crianza, la inversión más importante, es el tiempo. Con esto no quiero decir que tus 24 horas serán exclusivas para su aprendizaje, la clave es mantener un sano equilibrio en las prioridades, es involucrarte lo suficiente pero sin perderte en esta experiencia a tal punto de olvidarte de ti y de tus proyectos, por ello es fundamental saber cómo organizar el día, al hacerlo, podrás contar con el tiempo y el espacio suficiente para la crianza, la educación y tus proyectos personales.